La trilogía completa

miércoles, 31 de octubre de 2012

Memorias del Grao de Castellón III



Esta tercera y última parte de las “Memorias del Grao de Castellón” sale a la luz dos décadas después de haberse concebido. Mi padre, Miguel Senent Lluart, que es el autor de estas Memorias, hace más de veinte años inició esta recopilación. Eran historias y vivencias que él solía contarme de pequeño y que yo un día le animé a que las plasmara por escrito. Y así hizo. Poco a poco fue llenando varias libretas manuscritas de estas Memorias primigenias. Yo lo leía con satisfacción y simpatía, mientras mi padre me miraba complaciente pronto a la complicidad. A mí me gustaron desde un principio. Y casi desde un principio surgió en mí el ánimo de su publicación. Pero antes había que organizar las atropelladas vivencias escritas por mi padre, sanear las expresiones y corregir la ortografía. A eso me dediqué yo en cuerpo y alma. Y al cabo de unos diez años se puede decir que ya todas las memorias estaban listas para publicarse. Pero el material que salió de aquellas libretas de caracolillo era muy abundante. Demasiado para un solo libro. Allá por el año 1999 nos decidimos mi padre y yo a seleccionar lo que podría ser una primera parte de estas Memorias. Y nos fuimos al Servicio de Publicaciones de la Diputación de Castellón. Allí nos acogieron sin  demasiado entusiasmo. Nuestros escritos fueron a parar a una estantería oscura y abandonada. Al cabo de un par de años, sin noticias de nuestro libro, fuimos a preguntar. La respuesta fue lapidaria. No. Apenas había posibilidades de publicarlo porque había muchos libros por delante del nuestro. Que tuviéramos paciencia. Nos fuimos a casa decepcionados. En el otoño de 2003 volvimos. Y nos volvieron a dar la misma respuesta, que si queríamos, nos lo podíamos llevar, pues las posibilidades de publicarlo eran prácticamente nulas, que miráramos si en algún otro sitio nos lo publicaban. Y eso hicimos, nos llevamos a casa el voluminoso archivador que contenía las Memorias. Pero, sorprendentemente, al cabo de dos días nos llamaron desde el Servicio de Publicaciones de la Diputación de Castellón y nos dijeron que trajéramos urgentemente los escritos que nos habíamos llevado. Que nos lo publicarían. ¿Qué pasó? Aún hoy no lo sé.  Pero así pasó. En diciembre de 2003 salió a la luz el primer tomo de estas Memorias del Grao de Castellón editado por la Diputación de Castellón.
Mi padre y yo fuimos felices por esta publicación; y enseguida pensamos en la posibilidad de que en un futuro saliera a la luz el resto del material. Y a eso nos dedicamos.  Tristemente, mi padre nos dejó para siempre un frío día de enero de 2005. Yo quedé solo ante el proyecto que habíamos iniciado mi padre y yo. Pero supe que mi padre hubiera querido que esto se publicase y me dediqué a ello con verdadero ahínco. Y entonces apareció mi hija (Marta Senent Ramos) con una nueva editorial que ella acababa de crear: ACEN. Ella me lo publicaría. Creímos conveniente (por su gran volumen) en dividir el material en dos libros. En diciembre de 2010 vio la luz el libro “Memorias del Grao de Castellón II” con notable éxito. Y ahora, aparece el que será la última parte de esta trilogía: “Memorias del Grao de Castellón III”.
La primera entrega trataba sobre la historia vivencial del mi padre de la sociedad grauera en la primera mitad del siglo XX, haciendo un eficaz repaso a los usos y costumbres de los graueros y graueras de la época, así como una feliz recreación de todos los primigenios barrios del Grao (incluyendo las islas Columbretes, que tiene un capítulo a parte), del pinar, del nacimiento e historia del puerto de Castellón, de la Guerra Civil que él (un niño de once años) había vivido en el Grao…
La segunda parte tenía cuatro bloques diferenciados: Las aves marinas en el Grao, los vientos que soplan en el Distrito Marítimo, la vela latina y “La Panderola”. Y ya por fin, en este tercer y definitivo capítulo en forma de libro de sus memorias, mi padre ha querido exponer al lector del siglo XXI aquellas anécdotas o vivencias que formaron parte de su vida. La intrahistoria del Grao que vivió un marinero del Grao de Castellón nacido en los albores del siglo XX.
En el presente libro se habla de muchas cosas. Y todas son cosas del Grao. Y más que del Grao, de la pesca en el Grao. Algunas se diría que mueven a la risa o la simpatía, es el caso de “Cómicos graueros”, otras casi podría decirse que impulsan a la compasión, como en el capítulo “La Dolores atrapa un delfín”. Otras historias diríase que son sorprendentes, como lo es “Tadeo y su amigo el delfín” o “Emerge un buzo de l’ullal de la Barrassota”. Se habla de la primitiva Sanidad en el Grao (“La Sanidad en el Grao”)  y de la orientación del pescador grauero en la mar en épocas anteriores a la aparición de los radares y sonares en los capítulos de “Las Señas” y “L’escandall”. Hay anécdotas con moraleja como “Cada cual a lo suyo”, o recreaciones históricas de la playa del Grao como es el caso de “El Rancho Grande”. También encontramos un capítulo donde el peligro es el máximo exponente: “Marinero nuevo a bordo”. Hay otro capítulo intrigante como es “Extrañas luces en el pinar”; o episodios emocionantes: “Dos misteriosos viajeros marinos”. En otro orden de cosas se habla de los modos y la arcaica logística de la comida a bordo en “El Costo”. O de los dispendios al margen de la “parte” que cobraban los marineros, en “La garfa”. Hay espacio para repasar el origen de algunas frases hechas que tienen su origen en la pesca grauera de antaño. Y hay, el que para mi padre siempre fue el capítulo preferido de todos: “La borrasca”. Él, emulando a su admirado Blasco Ibáñez solía decirme que el autor valenciano, pese a haber escrito muchas novelas, siempre sería recordado por ser el autor de “La Barraca”; y mi padre decía, que él por muchos capítulos que escribiera siempre sería el autor de “La Borrasca”.
Pero cada cual puede opinar sobre cada uno de los capítulos y decir cuál es el que más le ha gustado, cuál es el que más le ha emocionado… Sabiendo que cada párrafo, cada capítulo es un episodio de la vida de un hombre que amó las pequeñas cosas, que valoró el peso que el presente podría tener en un futuro. Y que quiso haceros partícipes a todos los que queráis compartir estas Memorias del amor por la vida, que pasa solo una vez, pero queda para siempre. 

Este libro se puede adquirir en las siguientes librerías: Librería Argot (Castellón), Librería Babel (Castellón), Librería Elcano (Grao Castellón) y a través de ACEN Editorial.